Desde hace mucho tiempo se sabe que un gran número de mujeres, por varias razones, luego del parto se deprimen. Durante mucho tiempo se creyó que este era un fenómeno que solo afectaba al sexo femenino, pero estudios de los últimos años han demostrado que hay un segmento de varones que padecen de la misma condición.
La razón de la depresión postparto en varones
En el caso de las mujeres la depresión postparto está relacionada con una combinación de factores físicos, psicológicos y ambientales. En el caso de los varones, lo que se ha descubierto es que la nueva situación de paternidad es lo que provoca
estados depresivos. Preguntas que revelan inseguridades latentes detonan la condición depresiva. Muchos suelen cuestionarse sobre ¿qué tipos de padres serán?, ¿cómo sostendrán a la familia que crece?, incluso algunos se preguntan si el tener familia les hará perder o no la libertad personal, todo lo que conduce en algunos casos a un estado de depresión.
Vinculación de pareja y depresión
Otro elemento que hace que una buena cantidad de
varones caiga en un estado de depresión tienen que ver con el nuevo rol social que ahora comienza a ocupar como “cabeza de una familia”, con todo lo que implica aquello en términos de presión social, estereotipos y conceptos androcéntricos, que colaboran para que la tensión sea mayor.
En dicho contexto, las mujeres comienzan una nueva etapa donde se vuelcan en la crianza y muchas, por ignorancia, inexperiencia o simplemente por dejación, desplazan a sus parejas masculinas a un lugar secundario centrando su atención exclusiva en el nuevo integrante de la familia, sin percatarse de lo que aquello provoca en la
relación de pareja.
La dificultad varonil para expresar emociones y la depresión
Por cuestiones de tipo social, no por condiciones genéticas, los varones tienen más dificultades para expresar sus emociones, en comparación a las mujeres que suelen ser más expresivas. Dicha situación provoca que muchos hombres repriman sus estados emocionales, convirtiéndose en “bombas de tiempo emocionales” y gatillando enfermedades psicosomáticas y problemas emocionales graves.
Esto suele expresarse con irritabilidad, ánimo decaído, aislamiento de la pareja o simplemente silencio, por incapacidad de expresar lo que sienten. No es una condición genética la que impide la expresión emocional, sino una cultura que enseña que “
los hombres no lloran” y que “sentirse triste o desanimado es señal de poca virilidad”. “
Los machos no se deprimen”, dice la canción, y retrata el sentir de una gran cantidad de varones que opta por la negación, la simulación o la represión de lo que siente, con los consabidos resultados a corto, mediano y largo plazo.
Las investigaciones sobre varones y postparto
En
un estudio realizado por la Universidad Hebrea de Jerusalén, dirigido por el Dr.
Gil Goldzweig, un 17% de una muestra de 96 varones, dio como resultado señales de depresión postparto. El estudio mostró que el problema no se había detectado antes porque las preguntas que se realizaban eran incorrectas.
Lo que los investigadores descubrieron es que muchos varones se sienten inútiles frente al cuidado del recién nacido; la
vida de pareja da un giro drástico y, por lo menos, durante los primeros meses después del parto la vida sexual disminuye drásticamente.
Las conductas habituales de muchos varones es buscar actividades de evasión (alcohol, juego, o deporte); irritación constante; refugio compulsivo en el trabajo o retraimiento y soledad. Todas señales que de alguna manera revelan síntomas de depresión.
Los investigadores señalan que es normal que después del nacimiento del bebé exista un período de al menos 2 semanas de adaptación, si posterior a ese tiempo, los síntomas persisten, entonces se está ante una depresión en ciernes.
La investigación fue corroborada por otra similar que fue publicada en la revista Pediatrics, que demostró que la misma proporción de varones y mujeres sufren de depresión postparto. La investigación coordinada por
James F. Paulson, profesor de pediatría y psicología y ciencias de la conducta del Centro de Investigación Pediátrica de la Escuela de Medicina de Eastern Virginia (EEUU), se trabajó con una muestra de 5.000 progenitores.
Parto, varones y depresión
En muchos países se están implementando cursos donde las parejas que van a tener un bebé sean preparadas física y psicológicamente para la nueva etapa que van a vivir. Esto en virtud de prevenir y no estar lamentando posteriormente las consecuencias nocivas de no haber hecho lo correcto en el momento adecuado.
La depresión postparto puede evitarse, tanto en varones como en mujeres. Si bien, es más complejo en las mujeres porque intervienen elementos hormonales, pero de todos modos, es posible hacer algo para prevenir situaciones que después tienen efectos lamentables, especialmente cuando se las niega.
Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
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